Todos hemos visto en las películas del desierto los espejismos de ver agua cuando se padece una deshidratación, pues algo muy parecido me ha pasado a mi hoy.
Por todos es conocido que la peor cara del deporte no son las derrotas, son las lesiones. El pasado 5 octubre en una carrera de motocross me rompí el húmero y un par de días después pase por quirófano a cargo de unas manos inapropiadas, a la hora de hacer los taladros para los tornillos en el hueso y clavo se partió una broca encima del codo y la dejaron allí con más virutas de la misma. En diciembre fue gracias al médico rehabilitador cuando me enteré de que estaba dentro el cacho de broca y justo ese día se comenzó a notar infección en esa cicatriz. De nuevo a quirófano para "desinfectar". Al mes ya con la rehabilitación a falta de 2 sesiones para terminar, estaba muy deshidratado en el desierto y veía el agua muy cerca, se vuelve a apreciar infección, vuelta a abrir. Solicito cambio de traumatólogo y este recomienda quitar todo en lo que va a ser una cirugía complicada. Se retira todo el material y me vuelve a parecer ver agua en el desierto, pero al mes empieza la infección de nuevo cuando voy a volver a empezar con la rehabilitación, pero lo peor estaba por llegar.
El domingo de Semana Santa con un movimiento en falso cascó de nuevo. Esta vez por la zona donde estaban los tornillos, ya que estaba el hueso debilitado por la infección de las virutas. Por la inflamación hasta hoy no se ha visto que estaba roto. Volvemos a empezar, estoy en el desierto y esta vez ya no veo ni agua, esta vez estoy sin ánimo. En un par de semanas ya sin inflamación se verá si volvemos a quirófano o no hace falta.
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