Después de un año...

  Estos últimos 365 días han sido de los peores de mi vida, demasiadas visitas a médicos, algún que otro quirófano de más para arreglar mi húmero y 0 días encima de una moto. LA HE USADO MENOS QUE LOS QUE SE LA COMPRAN DE POSTUREO PARA IR AL BAR!!
  Desde 2001 que tuve mi primera moto nunca había pasado tanto tiempo sin subirme a una. Se han hecho y siguen haciendo largos y duros los días, más aun cuando el tiempo acompaña o ha acompañado e invita a montar, pero el brazo no nos lo permite. Pero la pasión por las motos sigue intacta, es la misma o aun mayor, y sigo resultados de un montón carreras y campeonatos tanto de motocross, como de velocidad ya sea por ordenador, televisión e incluso alguna en algún circuito como espectador.
  No ha sido solo un año sin moto, ha sido un año con apenas práctica de cualquier deporte, un año aplazando retos deportivos y de estar en casa casi amargado sin apenas poder hacer nada productivo mas que comer, producto del aburrimiento, y no moverme (la báscula dice +4,5 Kg)
  Ahora las cosas parece que van cambiando, llevo 3 semanas pudiendo salir a correr y he hecho 116 km, pero aun falta por recuperar mucha velocidad, resistencia y fuerza. Esta semana ya por fin podré volver a donar sangre, cosa que no he podido hacer desde el septiembre pasado, ya que nunca se han dado los 4 meses que se exigen después de una operación. Hoy el médico vuelve a solicitar rehabilitación y si nada vuelve a fallar, como la vez anterior, espero empezar como muy tarde la semana que viene. Así que creo ver que las cosas se nos van poniendo de cara y los astros se alinean a nuestro favor, ¡qué ya era hora! En esta úlima recuperación el médico esta siendo más  prudente (demasiado creo yo) y de ahí que aun estemos así, pero no queda nada para empezar a hacer fuerza con el brazo y con eso retomar la vida que llevaba hasta la mañana del 5 de octubre de 2014.

  Acompaño vídeo de motivación con grandes frases:

   La muerte no es triste, lo triste es que la mayoría de la gente no vive de verdad.
   Ningún momento es insignificante.
   Mantén el sentido del humor, sobre todo en cuanto a ti, es una fuerza inmensurable.
  ¡ACTÚA!

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