La primera del año al lado de casa


  Hace un par de meses me apunté al cross de Atapuerca y la experiencia fue positiva pero me quedé un poco con las ganas de experimentar un cros en estado algo más puro, con frío y agua o barro. Las temperaturas aquel día fueron bastante aceptables y agua como hasta el día de hoy ha caído más bien poco o nada durante el otoño y lo que llevamos de invierno. Tenía la oportunidad de saldar alguna de esta clase de deudas a escasos 800 metros de casa, en el cross Félix Hernando, en Fuentes Prior. La previsión para el fin de semana a mediados de semana, cuando me apunté, era de entre -3º y 3º C, así que el frío si no cambiaba mucho lo tendríamos asegurado y desde el jueves podría caer algo de agua tanto como lluvia o en forma de nieve incluso durante la mañana del domingo.

  Tan fácil como era apuntarme (inscripción por internet y gratuita), era no asistir según la climatología, pero esta opción no debía pasar por mi cabeza, a lo hecho pecho, y a dar el callo. 

  Hace años ya participé en esta prueba por primera y única vez. Por lo que dijeron por megafonía esta era su edición 19 y las fotos de a continuación las tengo marcadas como de 1998 por lo que no se si son de la primera edición o en algún año no se ha celebrado. Por lo que aprecio en las fotos también hacía frío, no solo por el chándal y el gorro, sino por la cara de los que estaban detrás de la valla en la segunda foto. 
 

  El día anterior me acerqué a mediodía a la zona a ver como estaba, ya que cuando me había levantado coches y jardines estaban blancos por copos caídos de madrugada. Pero la mañana del domingo ya no quedaba ni rastro, porque había estado lloviendo o chispeando algún rato durante la noche al igual que alguna gota a lo largo de la mañana. Fui a primera hora a recoger el dorsal y aproveché para ver la carrera de veteranos y ver como estaba el terreno, esto me haría decantarme por unas zapatillas u otras, ya que no tengo zapatillas de tacos para cross, y así podría salir ya preparado de casa y con una mochila más ligera. La temperatura no era del todo mala, 3º C, así que me iba a poner mallas cortas y en vez de sudadera de correr fina sobre la térmica, una camiseta de tirantes. Una vez más me iba a estar madre acompañando y tendría la mochila para guardar la ropa después de calentar y abrigarme al terminar. De camino ya iría calentando, algo que continuaría haciendo allí mientras veía las pruebas anteriores.
Foto Charo Diago
  Una vez calentado el cuerpo y ya bajo el arco de salida veo a mucha pura sangre, como todo el pódium de la San Silvestre de Burgos, o muchos de los más pidos en la milla de Melgar de Fernamental, y hice un cálculo rápido con el ritmo de su San Silvestre y mi ritmo normal, son 7,5 Km de carrera y el circuito tiene una longitud de 1,5 Km, iba a andar justo para dar 4 vueltas mientras la cabeza daba las 5 y si no quiero que me doblen voy a tener que apretar los dientes. Dada la salida 🏃 el grupo se estira y creo encontrar mi sitio, parece que la primera vuelta he dosificado bien, pero en la segunda al llegar la subida veo que no, sufro algún patinazo en alguna zona blanda debido a las pasadas de toda la mañana y empiezo a mirar por donde pasar las 3 vueltas siguientes. En la tercera vuelta confirmo que la primera me he colado, debí ser algo más conservador y la carrera puede que se me haga algo larga, en la cuarta parece que cojo algo de aire pero desde algún punto veo que el líder se acerca y me va a doblar si subo el rimo la vuelvo a liar, no lo voy a conseguir 😔, como a 150 metros del desvío para mi quinta vuelta y su meta me dobla, y yo no me puedo resistir a decirle que si tiene prisa, a lo que se gira y sonríe 😃.
  La última vuelta la tomé con calma, por mucho que bajase el ritmo no bajaría muchos puestos. El circuito estaba casi vacío, ya que la mayoría se han desplazado a la zona de meta para ver las llegadas.

  A los 30:19 de salir paso la meta, en el puesto 25, otra carrera más en la que he fallado como dosificar, pero me ha dejado contento por la experiencia y el resultado, ya que últimamente no salgo mucho a correr porque a la combinación de frío y carrera nocturna no termino de cogerla el punto. Suelo hacerlo una vez a la semana y porque lo hago acompañado, aunque sea a ritmo suave. Los fines de semana, con luz, aprovecho a hacer las tiradas largas y más duras de cara al próximo desafío, para el que ya estoy apuntado y si no surgen imprevistos estaré bajo otro arco de salida a finales de febrero en una prueba con unas vistas espectaculares. Hasta entonces, sea esa prueba u otra, seguiremos siendo CONSTANTES en nuestro esfuerzo de cada ENTRENAMIENTO, mantendremos la ACTITUD POSITIVA y así en la siguiente cita podremos seguir DIVIRTIÉNDONOS.

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