Picón Castro 2018

  Primer fin de semana de junio y segunda X en el calendario. La Picón Castro, en Espinosa de las Monteros, en su distancia corta, la de 30 km.

  Sobre esta carrera ya tenía conocimiento de ediciones anteriores y el año pasado me la planteé, pero coincidía el fin de semana con la Kosta Trail, a la que asistí y así aprovechaba a ver a la familia, por lo que no tomaría parte en esta. Este año si no me equivoco ya era su sexta edición, por lo que no es una carrera nueva en el calendario sino que fruto del trabajo bien hecho está permaneciendo en él y en una época en la que otra cosa no, pero con la gran oferta de carreras que hay cada fin de semana si permanece tiene que ser por algo. 
 Sobre el recorrido no conocía nada ya que el día que se hizo el reconocimiento asistí a una carrera en Lerma que usé como preparación para la Runela así que de las vistas de esta carrera no tendría fotos como si las tuve de la anterior. 
Con todo el material obligatorio según REGLAMENTO preparado el día anterior, a falta del dorsal, que para esta lo recogería el día de la prueba, me metí a la cama temprano para levantarme también temprano y hacer el desayuno completo habitual de los días de carreras, vestirme y al coche hasta el albergue de Espinosa donde se tomaba la salida y sería la llegada. Una vez allí, ya habían tomado la salida los de la ultra que este año era el campeonato de Castilla y León. Recogí el dorsal y la bolsa de corredor. Escucho comentarios a participantes de ediciones anteriores que no se llega a sumar el desnivel acumulado que figura en el cartel, lo que la hace un poco "más blanda" y que los 10 primeros km son muy suaves y se pueden hacer rápido. Con el dorsal colocado y todo listo, acercándonos a la hora de la salida comienzan mis dudas, yo llevo mochila y todo el material que el reglamento marca y hay gente que no lleva todo o tan siquiera nada. Yo no suelo llevar mochila en las carreras, pero bueno como había leído el reglamento y me gusta ser legal...



Foto de José Antonio Martín
  Para la salida como últimamente no me sitúo en primera línea sino un par de filas mas atrás. Una vez dada esta al poco de salir un paso estrecho en subida donde no queda más remedio que estirarse y menos mal que voy bien situado. Como escuché antes de la salida los primeros 10 Km muy llevaderos y a ritmo decente, trato de no pecar al principio de exceso de ritmo pegándome a gente con la que he coincidido y conozco de otras carreras ya que más de uno conocía la prueba. Pasado el primer avituallamiento ya empieza algo el desnivel y se acentúa más un par de kilómetros mas adelante, cuando nos introducimos en el hayedo de la Frente. Una vez superado la bajada más técnica que he realizado (mi experiencia es corta en el trail), ya que la humedad de los días previos hacía que patinase, las hojas de las hayas hacían que no vieses bien donde pisabas, se atravesaba un cauce donde había que meterse hasta la rodilla y la bajada continuaba hasta el segundo avituallamiento, donde empezaba la segunda subida, era de las llevaderas y donde si tienes piernas se puede hacer corriendo pero también donde te puedes cargar la carrera si vas confiado y si te pasas de ritmo, yo hago gran parte andando. Terminando la larga subida me da caza un participante y me uno a él  hasta llegar al inicio de la última subida. Antes durante la bajada mucha piedra suelta que destroza la planta de los pies y atravesar un pasto húmedo con pisadas de ganado que destroza las piernas por la pesadez del terreno. La última subida no es muy larga y compagino más correr con andar, completada empieza la bajada hacia Espinosa, otra vez con piedra suelta triturando las plantas de los pies, una parte de ella, otra es sobre verde.

Foto de Fernando Miguel Calvo
Una vez terminada esta, se cruza el puente y se repite momentáneamente la ruta de la parte del inicio al cruzar el pueblo pero en sentido contrario hasta que nos mete más al centro del pueblo, en este el tercer y último avituallamiento en carrera, de ahí no queda mucho hasta el albergue donde entro en meta hablando por teléfono con mi madre, primeramente como protesta ya que el teléfono era un material obligatorio y había participantes que no lo llevaban y segundo para informar en casa que la carrera había ido bien. Han sido 2h 41 minutos 12 segundos. El puesto, da igual, si van 15 tíos más del nivel del primero hago 15 puestos más atrás y si no van ni esos 15 ni el primero un puesto más adelante.

Después de un ducha y una buena reposición de fuerzas, entablo una conversación con uno de los organizadores acerca del reglamento, materiales, y aspectos de la carrera pero todo en un tono amigable y con afán constructivo.

Mi valoración de la carrera es que es una prueba que permite correr la mayoría de ella y puede hacer que se dosifique mal, que cuenta con un marcaje correcto, una buena organización y unos magníficos voluntarios a los que me quiero parecer en un par de semanas cuando colabore en el Triatlón La Rioja. Para mi gusto la faltan algo de vistas, aunque no suela ser de los que se detiene, pero bueno girar la cabeza a tomar aliento y ver las vistas de un paisaje que impacte tiene su punto.

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