Quemando kilómetros

  Coincidiendo los días libres de semana santa, con una climatología no muy adversa y si le añado el no tener un plan atractivo que me llamase la atención, como no me hace falta mucho, ni nadie para liarme, cargué en la furgoneta una cama, la moto y ropa de deporte y me aventuré a escaparme a la cordillera Cantábrica. La primera parada sería un templo de otro deporte diferente a lo que iba a hacer pero era un reto. Subir al olímpo del ciclismo, el Angliru desde el albergue, que está a 8,5 km de la cima. No me desperté tarde pero como es habitual en zonas de montaña había niebla así que me puse a leer y se me fue un poco de las manos y empecé "tarde" a hacer deporte. La niebla seguía pero no tenía perdida ninguna, era continuar la carretera. Comienzo a subir y el primer kilómetro y medio bien no tiene mucha pendiente, ni rampas exageradas y estoy fresco así que no puedo pedir más. A raíz de aquí la cosa ya cambia tramos de bastante pendiente con otros de no tan pronunciada pero ni un metro liso o con desnivel a favor, y la niebla parecido tan pronto es más, como menos densa. La subida se hace amena ya que hay carteles de noticias de las etapas que han finalizado allí y en curvas de 180º hay otros de los diferentes ganadores hay carteles de los diferentes ganadores, el primero que me trae buenos momentos a la cabeza, uno del "Chava" Jiménez, esa etapa la vi cuando aún iba a primaria. No quedan muchas pintadas en la carretera pero de las que mejor se leían eran para Contador, y unas para Iñigo Cuesta de Villarcayo ponía (hay que barrer para casa).
El momento en que desaparece la niebla, ya que las nubes están más bajas, es en el que empieza a haber neveros en la orilla de la carretera según lo sombría de la zona. A punto de llegar al kilómetro 8 de mi subida la pendiente disminuye con creces y allí justo veo el primer coche durante toda mi subida, no ha podido llegar hasta el final ya que un nevero deja un paso muy estrecho, de poco más de metro y medio pero que para continuar a pie no impide el paso y de allí  la explanada del final. Allí con el sudor y el viento, como no me llevé para taparme la cabeza, cogí el resfriado que tengo de la que escribo estas líneas. Me quedo con las ganas de subir el pico Gamonal pero entre el viento y sin abrigo como lo iba a hacer andando declino la idea. Strava de la subida
Desde el mirador, mar de nubes

Llega la hora de la bajada, lo realmente duro para las piernas, el retener en las zonas de gran desnivel, es tiempo para ir parando a hacer fotos, ahí es cuando por fin veo a alguien, me cruzo a 2 ciclistas y 3 vehículos

Una vez descendido me refresco y muevo la furgoneta un poco, hasta Soto de la Ribera donde bajo la moto para hacer una ruta que tengo en un libro de motos y aprovecho a conocer una nueva zona sin prisa. Me incorporo a la ruta por un sitio que había visitado, Las Xanas, pero me quedo sorprendido de como está el parking de lleno, al igual que los primeros pueblos de la carretera AS-228 por donde la senda del oso circula paralela. Voy sin prisa ninguna así que hago las paradas a ver el paisaje que se me antojan, además la carretera tiene humedad en muchos puntos ya que ha llovido hasta la madrugada y si a eso le añadimos zonas sombrías que el sol no seca.
Puerto de la Ventana vertiente de Asturias

 Esta carretera se convierte en la LE-481 en el puerto de la Ventana cuando se entra en la provincia de León y a la zona de Babia. La bajada termina al llegar a la CL-626 donde iré hasta Piedrafita de Babia donde cogeré la carretera del puerto Somiedo para ir por la AS-227. 
Pola de Somiedo
Bajando el puerto para a comer en Pola de Somiedo, junto a la carretera, en un bar desde donde se ven los primeros kilómetros de la bajada del puerto, como el día lo empecé haciendo deporte tarde, voy con un poco de retraso sobre lo que tenía pensado,  pero una ventaja de sentarte solo a la mesa es que comes más rápido aunque no tengas prisa. Con el estómago lleno continuo la carretera  que circula junto a un río Pigüeña, hasta llegar a la AS-15 y de ahí a las N-634 por donde seguiré hasta llegar al cruce de las Caldas para cerrar la vuelta rumbo a la furgoneta. Una vez allí un lavado a la moto antes de cargarla y un refresco a mi cuerpo.


En marcha a Poncebos. Aproximándome a Cangas de Onis el tráfico aumenta, la gente se vuelve de pasar el día en los Lagos de Covadonga y el Cares, lo que yo voy a hacer. Una vez allí vuelvo a llegar más tarde de lo que quería y lo hago con la noche echada por lo que no merece la pena subir a ver la puesta de sol al mirador de Bulnes desde Camarmeña. La zona para parar y pasar la noche  no me convence, pero la tengo vista par el día siguiente, por lo que retrocedo hasta Arenas de Cabrales. Al día siguiente se que voy a tener que madrugar porque el pueblo esta lleno y la mayoría tendrán el mismo plan que yo así que no va a haber sitio para todos... A las 7:15 al bar, un café y furgoneta en marcha, encuentro aparcamiento respetando las señales (la gente se pasa las prohibiciones por el forro) y fuera de la carretera en Poncebos. 


Una vez allí terminar el desayuno y subir el 1,5 km al mirador del Bulnes de Camarmeña, de camino las piernas me quieren comunicar que están cansadas pero intento hacer que no las entiendo. De regreso a la furgoneta con la pendiente de la bajada me doy más por enterado de lo que las piernas me quieren decir, espero no tener que terminar la ruta del Cares andando. Me cambio, preparo la mochila y pongo el reloj en marcha. Al llegar al cruce donde coger la ruta o cruzar el río y tomar la dirección del Narajo del Bulnes dudo que camino tomar pero me acuerdo de mis piernas y tiro a la fácil. Durante los 4 primeros kilómetros no hago más que adelantar gente, de vez en cuando paro a tomar alguna foto, pero el sol aún esta muy bajo y no quedan bien así que confío en que cuando regrese el sol no me las fastidie. 
El paisaje es brutal y más con las lluvias de los últimos días y el deshielo. Llegando al final llega la peor parte hay unos metros que son por cueva no muy alta, están encharcados enteros por lo que saco el móvil para ir alumbrándome, una vez superado esto ya estoy en Caín.

Caín

 El pueblo es mucho más sombrío que la zona desde donde empecé y desde este punto mucha menos gente empieza la ruta. Una vez allí unos frutos secos viendo el pueblo hasta acercarme a su entrada por carretera y a empezar el camino de vuelta.
Vuelvo con menos prisa, intención de pararme a hacer fotos, sabiendo que el desnivel de la ruta lo voy a encontrar al final y además ahora hay aire en contra. En poco más tiempo de lo que me llevo la ida estoy de vuelta en la furgoneta, las piernas no me han puesto pegas así que decido quitarme las zapatillas y meter las piernas al Cares que seguro que el agua esta fría y las viene bien. No estaba fría estaba helada, no se como llegué a aguantar 3 minutos. 


Una vez hecho esto volvía a tocar moto, así que comí un poco y a mover la furgoneta. Tenía intención de haberla dejado en Arenas pero el pueblo estaba a rebosar así que tomé dirección Panes, lo que avanzase ahí no lo tendría que avanzar después con ella. Una vez encuentro un sitio donde parar y descargar, ¡al lío! mono de cuero, casco, botas guantes y motor en marcha. Tenía pensado comer en Panes donde he comido otras veces muy bien, por lo que la ruta iba a ser ir a Cangas subir el Pontón, Riaño, San Glorio, Potes, Panes, la furgoneta. 

Cojo por primera vez la AS-114 y me parece chulísima para la moto y más en ese sentido ya que en mi sentido prácticamente no tiene humedad en zonas sombrías. La carretera la empiezo junto al Río Cares al que en Arenas se le unen otros que vienen en paralelo a la carretera hasta que se empieza a subir en Canales. Paro a sacar fotos en algún punto que fiché el día anterior. 
Cascada en el Sella
Una vez llegado a Cangas tomo la nacional no lo recordaba así pero el puerto junto al Sella esta peor que la última vez, peor el asfalto, más gravilla y un punto regulado por semáforo por corte de un carril, aparte de la humedad al pasar los túneles. Una vez terminado de subir el asfalto rumbo a Riaño como siempre. Acercándome el pantano lo veo bastante lleno lo cual me alegra, no como hace un par de años. Toca cambiar de nacional y poner rumbo al San Glorio, una vez pasado Boca de Huérgano hasta el alto del puerto, toda la vertiente de León, el asfalto pésimo, baches, gravilla... 
Vista cántabra desde San Glorio

San Glorio hacia León

Empezando a bajar la cosa ya cambia (cambio de comunidad), después de parar a hacer unas fotos aumento el ritmo, son casi las 4 y no he comido, tengo un hambre... así que al llegar a Potes cambio el plan de Panes ya que me queda el desfiladero de la Hermida y siempre hay tráfico. Busco un menú en un bar y debido a la hora me toca comer en barra pero me da igual. Mientras como, me planteo acercarme a Fuente Dé son 15 km solamente y así me acerco más a esas cumbres que aún lucen blancas de los Picos de Europa y que acabo de rodear pero estoy demasiado cansado lo que necesito es descansar así que como, y tomo tranquilo el desfiladero de la Hermida, junto al Deva, con su correspondiente circulación hasta Panes y de ahí a la furgoneta, me merezco un descanso.
Con una vuelta tranquilo hasta casa han termino unos días diferentes e interesantes conociendo nuevos lugares y haciendo cosas nuevas. Me quedo con ganas de más y seguro que alguna vez volveré.



Comentarios